82-78 = confusión

 

Saludos itinerantes, espero que se encuentren muy bien. Hace algún tiempo les compartí algunas curiosidades frente a los temas de mi peso (para más información los invito a leer nuevamente 0,97 y 0,89 )

Hace unos días, estando en los controles rutinarios que me debo hacer, una vez más me dicen los galenos que estoy en un punto de salud bastante optimo, y más allá de algunas mejoras en mis hábitos dietarios, me encontraron bastante bien.


Mi malestar se dio porque, en dos pesajes que no se llevaron cuatro días de diferencia, las básculas dieron valores muy diferentes. El primero, 82 kg, fue registrado en una pesa mecánica, como la que se aprecia en la imagen. En honor a la verdad, me puse bastante enojado, me sentí bastante mal y empecé a martirizarme otra vez con el consabido tema de la dieta y las restricciones a la hora de comer. A Doris el hecho le despertó mucha hilaridad, no por el asunto del peso, sino por mi expresión y mi mal humor. Según ella, puse cara de niño pataletudo que había hecho un berrinche. Debo decir que mi médica, a la que quiero muchísimo, también se sonrió con la situación.

La siguiente medición, y también en un

chequeo con otra profesional de la salud, se dio a los cuatro días, en una pesa similar a la que se encuentra en estas otras líneas, marcó 78 kg, que, curiosamente, también había marcado lo mismo el mes anterior. Frente a esto, la galena que me atendió me dijo que se pueden dar casos de descalibrada de las básculas, lo que ciertamente puede suscitar algunas intrigas. 

A raíz de eso, descubrí que las basculas, como todo en la vida, también están expuestas al paso del tiempo y los desgastes propios de su funcionamiento. 

 Si me atengo a lo que encontré en Internet, en principio una báscula funciona bastante bien sus primeros dos años, pero su vida útil se puede alargar con mantenimientos básicos como limpieza, ajustes y calibraciones periódicas, para lo cual existen manuales muy completos para calibración, aunque desconozco con cuanta frecuencia dichos mantenimientos se realizan en nuestras instituciones de salud. 

Como sea, reconozco que en un primer momento me sentí frustrado por lo acontecido al ver el 82 en mi peso, porque, dicho sea de paso, yo no me he sentido con sobrepeso, y en lo particular uno de mis mejores indicadores para reconocer alteraciones en el mismo, es mi ropa, si veo que debo correr un punto o más la correa de mis pantalones, pues ahí si me empiezo a preocupar más. 

Creo que no soy de excesos, ni de extravagancias, son poco frecuentes los antojos como un trozo de pizza o una hamburguesa, no somos de ir a restaurantes con menús elaborados, salvo ocasiones muy esporádicas, preferimos un corrientazo de vez en cuando y en casa, pues no es que comamos tanto tampoco.

Adicional a eso, los indicadores de presión, laboratorios y demás, muestran, como mencione más arriba, un estado de salud bastante favorable, además de nuestras caminatas matutinas que nos hacen sentir muy bien en realidad.

Espero eso si que con las recomendaciones que me hicieron, se vean futuros cambios, pero la verdad, no pienso mortificarme más de la cuenta con ese tema, me siento bien y contento conmigo mismo y creo que eso vale mucho. Evidentemente que se debe tener prevención, no excederme, pero tampoco privarme del todo de las cosas, creo que con moderación todo es posible.

Y a ustedes, que les ha acontecido en temas de peso ¿nos quieren contar? un abrazo y hasta la próxima.

Comentarios

  1. Muy interesante el artículo. Yo nunca me he obsesionado con el peso, le presto más atención a mis medidas como dices tú con la ropa. El peso tiene que entenderse en contexto, porque es menos saludable 70kg con mucha grasa corporal que 85kg con muchísimo músculo. En cuanto a las básculas, es mejor pesarse en dos distintas el mismo día, ellas deben tener unos protocolos de calibración que algunas instituciones no atienden. Por último, me causa curiosidad el tema de la cantidad en la alimentación, ya que aplica algo similar con el peso, puedes comer mucho, siempre y cuando sean alimentos saludables y bien combinados para encontrar el balance diario que el cuerpo necesita. Por ejem, si comes muy poquito, pero mal balanceado o muchos azúcares o alimentos procesados, de nada sirve la cantidad. Adicionalmente, la cantidad es algo relativo, los colombianos no somos conscientes de lo tanto que comemos hasta que nos encontramos con personas de otros países fuera de Latinoamérica en su mayoría.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Otra vez, no es más que un hasta luego

Astrid

Don Mario