"Vakiando" por un sueño




 

Primera flauta de Sofia

Saludos itinerantes, espero que se encuentren muy bien.

Por aquí en Medellín aprovechando el calorcito y pendientes a todas las situaciones que se vienen presentando por cuenta de las novedades nacionales en torno al transporte, así como otras tantas que seguramente nos tienen bastante desconcertados a todos. Amanecerá y veremos, dijo el ciego.

Primera flauta de Sofia

Hace algún tiempo les conté un poco acerca de la experiencia de mi hija Sofi en torno a su proyecto musical, en mi nota De sustos y alegrías. Pues bien, Sofi sigue empeñada en seguir llevando a cabo su pasión: su experiencia en la universidad ha sido intensa, en todos los semestres que ha logrado cursar, toma la mayor cantidad posible de materias, y es muy disciplinada con sus prácticas, mismas que sigue complementando con su participación en la orquesta Sinfónica Joven de la U de A, así como con otros espacios que adelanta con algunos compañeros. 

El año pasado, haciendo parte de la Orquesta Sinfónica de Itagüí, ella y sus compañeros tuvieron la oportunidad de realizar un viaje a algunos lugares en España, tanto para hacer sus presentaciones, como para recibir clases magistrales de parte de un grupo de maestros expertos de la música, experiencia que la dejó altamente impactada y entusiasmada para seguir forjando su sueño. 

También el año pasado, nos vimos en la necesidad de cambiar su flauta, no porque la que tenía estuviera funcionando mal, sino porque ya el nivel en que se encontraba en ese momento requería de unas mejoras en su instrumento. Ahí fue donde aprendimos que en el mundo de las flautas traversas existe una enorme gama de referencias, todas ellas con características puntuales en cuanto a diseño, funcionalidad y materiales de fabricación. 

Para ese tiempo, ya Sofia venia tratando de ayudarse económicamente con la venta de dulces y golosinas en la universidad y con sus compañeros de actividades, además de servir de modelo para sus colegas de artes y más recientemente, con el cuidado a domicilio de perros y gatos, con lo que ha logrado irse haciendo de algunos recursos para sus gastos personales, o al menos para una parte de estos. 

Cuando hubo que cambiar la flauta, recurrimos a una rifa entre familiares y amigos, a sus ahorros y el aporte que Doris y yo pudimos otorgar en ese momento, y fue toda una odisea, en primer lugar, porque, por mucho que lo deseáramos, no podíamos adquirir una flauta nueva, son instrumentos sumamente costosos, por lo que Sofi se vio en la necesidad de indagar acerca de alguna flauta con experiencia (léase, de segundo uso).

 Entre ires y venires, en Medellín, por esas cosas de la vida, no se logró conseguir un instrumento de las características que ella estaba requiriendo, viniendo a encontrarse una opción en Bogotá, de parte de una estudiante de la Universidad Javeriana, que casualmente, había puesto en venta el instrumento, también para ella poder cambiar el propio. Se logró confirmar con algunos profesores de Sofi que conocían a la alumna bogotana y se acordó entonces el negocio. 

En un primer momento, la idea era que se pagaba y la joven capitalina enviaría el instrumento, pero Sofi, movida por un alto sentido de la prudencia, le pareció mejor ir y probar directamente la flauta, por aquello de que no le fueran a meter gato por liebre. Cuando le comunicó su intención a la vendedora, esta se mostró de acuerdo e incluso ofreció hacer una pequeña rebaja en el costo del instrumento en consideración al viaje, lo que permitió que se lograra cubrir tanto el costo del instrumento como los pasajes para el viaje a Bogotá, mismo que prácticamente fue de entrada por salida, ya que lo realizó en un fin de semana entre viernes y domingo, para lo cual contamos con el apoyo de mi hermano Marco y mis sobrinos, quienes la acogieron en su hogar. 

Hoy, el nombre de esta nota guarda relación con otra iniciativa que mi hija ha decidido llevar adelante para su formación, y es un viaje a Alemania para adelantar algunas audiciones en centros formativos de ese país y recibir algunas clase magistrales, ya que en su intencionalidad de vida, Sofi quiere poder formarse también fuera de Colombia, idea que viene acariciando desde hace tiempo, para lo cual ha creado una Vaki llamada Sofía audiciona (haz clic en el enlace para ingresar a la Vaki). 

Estamos tocando muchas puertas con este mensaje en procura de poder obtener los recursos necesarios para esta experiencia de vida. Sería maravilloso poder contar con muchas manos que nos brinden su apoyo y así poder permitir que Sofi siga construyendo su sueño y su proyecto. 

Y no es porque sea mi hija, pero les digo que es una muchacha muy amorosa, constante y disciplinada. Si no ha podido trabajar de forma estable, es porque tanto Doris como yo le insistimos en la importancia de que termine sus estudios lo más pronto posible, para lo cual hemos tenido que hacer muchos ajustes en lo económico con nuestros recursos, ya que no nadamos en plata precisamente, como le sucede a la gran mayoría de connacionales.

Por tanto, les quiero invitar a que recuerden los sueños que en algún momento han tenido y que por esas cosas de la vida no pudieron realizar y que ahora piensen que podrían aportar a que el sueño de alguien más se lleve a cabo, e indudablemente llegarán a la conclusión de que, con apoyo y acompañamiento, es posible transformar vidas, lo que causa una bella sensación de bienestar en nuestro interior. 

Hoy les pido por el sueño de Sofi, una mujer echada pa´delante como solemos decir, con muchas ganas de crecer profesionalmente, con el anhelo de convertirse en una gran profesional de la música, ansiosa de ser una gran interprete de flauta e impactar de esa manera la vida y los corazones de muchas más personas.

Si por esas cosas, no les es posible aportar en lo económico, agradecemos sus plegarias. Si no son de plegarias, agradecemos sus buenos deseos y buenas vibras para que esto que Sofía sueña, pueda hacerse realidad. Un abrazo y de antemano, muchas gracias por su apoyo. Hasta la próxima.



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