Destrozos sociales

 


Saludos a todos, espero que se encuentren muy bien. Primeramente, muchas gracias por haber leído mi historia de la semana pasada, muchas personas me contactaron para averiguar por mi salud, lo que me lleva a pensar aquel adagio que dice que "una imagen vale más que mil palabras".

    Y hablando de imágenes, la que acompaña esta nota de hoy, corresponde a lo que queda de lo que, otrora, era una caseta comunitaria de algún sector de la ciudad, que había sido pensada para el disfrute de las personas. Contaba con su techo, bancas, mesón e incluso una especie de fogón, ya fuera para encender carbón o leña para preparar alimentos dentro de eventos comunitarios.

    Infortunadamente, con el correr del tiempo, esos espacios, (había cuatro si mal no estoy), se fueron desvirtuando a causa de diversos grupos de personas, generalmente población juvenil, que irrumpieron con comportamientos indebidos y consumo de sustancias prohibidas, con lo que lograron romper la tranquilidad de los sectores y a que los vecinos tomaran la determinación de demoler esos puntos, dado que la presencia de la autoridad competente no logró hacer mella en esas infracciones.

    Esto, en mi humilde opinión, da cuenta del nivel de desprecio social al que han llegado algunas personas, quienes por no tener en principio un amor propio, no sienten la necesidad de respetar a los demás.

    No me lo tomen a mal. Se ha dicho que las adicciones son tema de salud pública, pero detrás de eso, hay una decisión del consumidor que opta por ingresar en ese mundo, dejándose de lado a sí mismo, y de paso a los demás.  No son pocas las historias que circulan de las cosas terribles en las que se incurren por causa de esas adicciones.

    Aquí el tema está en cuánto se puede ayudar a quien incurre en ese modo de vida, ya que hay quienes salen adelante y quienes permanecen, pero en el intermedio, muchos de los recursos provenientes de los impuestos que todos pagamos, son aprovechados por una población a la que le da lo mismo ocho que ochenta.

    Pero si trasladamos eso a otras esferas, la cosa no pinta mejor. Por esto días se han presentado fuertes discusiones y posturas respecto a ciertos temas fundamentales que tienen que ver con la confección de algunas reformas para el país, fuertemente cuestionadas por diferentes sectores. Y eso que no quiero tocar el orden público.

    En lo personal, lo que más me preocupa es la postura de ciertos estamentos en el gobierno que, como si se tratara de una pataleta de guardería por no recibir toda la atención ni que les den su dulce así porque si, pretenden arengar a la población, desconociendo de plano la Carta Magna, las leyes y la independencia de poderes que prevalece en nuestro Estado Social de Derecho.

    Y ojo que no soy politólogo ni nada que se le parezca, pero cuando el descontento salta a borbotones, creo que es necesario prestarle atención al sentido común, y de paso, buscar los mecanismos adecuados y aprobados para discernir esas diferencias, sin que eso implique saltarse lo legalmente constituido.

    Creo que todavía como nación, nos falta mucho por mejorar, pero para eso se requiere un consenso en todos los órdenes: gobiernos, políticos (no politiqueros, de esos sobra en este país), industriales, trabajadores, sociedad en general, a través de voces autorizadas que tengan conocimiento sobre los temas en cuestión, donde se evalúen los pros y los contras, donde se construya verdaderamente pensando en el bien común, donde prevalezca la libertad, el orden y la justicia, donde se castigue al corrupto y al manipulador y donde cada quien asuma sus responsabilidades por lo que hace o deje de hacer.

    Si no queremos que nuestras instituciones y comunidades se destruyan como la caseta de mi historia, es necesario reconstruir la confianza ciudadana con acciones puntuales encaminadas al bien común, con honestidad, transparencia, controles debidos y castigos ejemplarizantes para quienes se salten las normas. Así que todavía queda mucho por hacer, pero si lo hacemos en conjunto, seguramente lo lograremos. Hasta la próxima.

Comentarios

  1. Hola, soy Maria Panesso. Me gustaría hablar contigo de este tema tan importante. Creo que podríamos llegar a conclusiones muy interesantes. Estamos en Instagram como @somos_creciendo_juntos

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