Cambios inesperados

 Helo aquí, el que apareció, a la espera de reactivarlo 


El viernes de la semana pasada, recibí la llamada de una Fiscalía seccional de aquí de Medellín, en donde me informaron que, durante una requisa a un menor de edad, le incautaron un teléfono celular que yo había reportado como hurtado en abril de este año, hecho que le había ocurrido a mi hija Sofi, unos días antes de su viaje a España. 
Debo decir que me sorprendí enormemente con la noticia, dado el descontrolado hurto de celulares que se da en el país, lo menos que se espera es que le avisen a uno que apareció el elemento. El día del robo, por fortuna para Sofi, no ocurrió nada grave, salvo el susto, el hampón miserable y perpetrador del hecho, la amenazó con un cuchillo, pero nada más. Nunca se supo quien fue. 
Ella llegó a una estación del tranvía, le pidió el favor a un policía de dejarla llamar y me avisó del robo, a lo que procedí con la respectiva denuncia de la línea y celular al operador. Eso provocó un ligero desbalance en las finanzas, porque no nos podíamos dar el lujo de que se fuera al exterior estando incomunicados, así que le compramos un celularcito de gama media que, por fortuna, le ha salido bastante bueno y útil. 
Así que el lunes de esta semana me fui muy juicioso, contando con la buena suerte de que mi hija había guardado tanto la caja como la factura del teléfono, lo que facilitó la comprobación de la propiedad. El celular llegó envuelto en cinta y cartón con un formato diligenciado, la señora que me atendió me dijo que eso es parte de la cadena de custodia y destapo el empaque en mi presencia. Qué les puedo decir, si, era el celular, pero está en unas condiciones bastante lamentables. La pantalla está rota, aunque el táctil parece funcionar, enciende, apaga, pero de momento todavía no he podido ir a operador para solicitar la reactivación, pese a lo malito que está, pensamos conservarlo y activarlo como un repuesto de emergencia por aquello de que uno nunca sabe, siempre y cuando al reactivarlo si esté funcionando bien. 
El otro cambio que hubo este año de celular fue el de mi esposa Doris, mismo que se dio por una situación infortunada. Ella llevaba ya muchos años con su teléfono, ya que aquí tenemos la premisa de solo cambiar las cosas cuando no den más o por fuerza mayor. Así las cosas, la noche anterior de nuestro viaje a Salgar, se le cayó de las manos y se quebró la pantalla, no volvió a dar imagen de nada, pero seguía funcionando porque las alarmas si le sonaban, pero no daba señal de nada más. 
Al otro día, tuvimos entonces que ir a conseguir uno nuevo, y se logró uno también de la misma familia que ella ya había manejado, con unas especificaciones un poco más robustas y de momento, también se ha sentido cómoda. 
En lo personal, creo que lo debido es sacar el máximo provecho de las cosas mientras se tengan, me cuesta cierta resistencia ver que hay gente que están cambiando de celular o de cualquier elemento tecnológico cada año, eso es algo que no logro asimilar bien. ¿por qué si algo es funcional aún, no se le saca hasta el último suspiro? Aunque aquí se podría aplicar aquello de que “el que tiene plata, marranea”, aunque se de casos en los que la gente deja de comer por aparentar tener lo último en guarachas, cada uno, con sus temas, pero eso me parece una tontería. 
En 20 años que he venido utilizando computador en mi casa, me he visto en la necesidad de cambiar de CPU en tres oportunidades, ya por temas de programas, ya por temas de capacidad de almacenamiento y memoria RAM, pero siempre procurando aprovechar al máximo y hacer lo posible para tenerlos lo más actualizados posibles. Igual me pasó con las pantallas, tres en todo ese tiempo, la última porque me lo requirió el trabajo para poder visualizar mejor mis labores.
Para resumir la historia, soy de los que piensa que la tecnología es un invento indispensable, pero que también se debe aprovechar al máximo lo que se tiene antes de pensar en cambiarlo porque si, por moda o por chicanear.
Un cambio de equipo debe obedecer a algunas situaciones muy puntuales, ya por trabajo, por capacidad o por mal funcionamiento. Así las cosas, espero que nuestros equipos actuales duren mucho tiempo.

Comentarios

  1. Esa es la historia de la vida, a unos los cambian por viejos y obsoletos y a otros por el simple hecho de "querer innovar".

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