De santos y pecadores.
Esta imagen la tomé del banco de imágenes que se pueden descargar desde Word, por más que traté de determinar su origen no lo logré, pero si está con licencia Creative Commons
Saludos a todos, espero que se encuentren bien y que me hayan extrañado, aunque sea un poco, así como extraño yo el saber que me leen y sus comentarios. Anduve un poco con síndrome de hoja en blanco, pero ya nuevamente la musa de la inspiración ha hecho su resurgir, espero les agrade la nota.
La vida de fe sea cual sea la que cada uno profese, es una parte muy importante para muchas personas, ahí me incluyo yo, ya que trato de vivir acorde a las enseñanzas del cristianismo católico. Dejando de lado los muchos errores que se pueden dar al interior de las religiones, dado que están constituidas por personas comunes y corrientes que muchas veces también se equivocan por una mala vivencia o intereses indebidos, me atrevo a decir que muchas personas encuentran en la fe su consuelo y fortaleza, viviéndola de la mejor manera posible.
Hace unos días, y todavía sigo pensando qué fue realmente lo que pasó, tuve un sueño que involucró un encuentro con San Juan Pablo II. Debo decir de entrada que la sensación en ese estado onírico fue de paz, tranquilidad y alegría, porque contemplar a esta persona me resultó muy gratificante.
En mi sueño, estábamos con mi esposa alrededor de una mesa con otras personas, y San Juan Pablo nos bendijo, nos asperjó agua bendita y se dirigió a nosotros, diciéndome a mi Guadalupe y a mi esposa Chiquinquirá, siempre con una sonrisa muy dulce.
En todos mis años, no recuerdo antes haber tenido un sueño de esta clase, recuerdo si ciertas vivencias cuando he ido de visita a algunos lugares sagrados que me generaron sensaciones muy específicas. Así que esto viene siendo una primera vez, misma que todavía estoy asimilando y de la cual espero tener la claridad debida en su momento.
Puedo tratar de darle algún sentido a lo acontecido y entrar en el maravilloso mundo de las elucubraciones para tratar de explicar de alguna manera lo sucedido. La primera sería la idea de ir en peregrinación a esos lugares, en México y Boyacá respectivamente, que casualmente han sido ideas que, esas si, en ciertos momentos de la vida me han acompañado.
La segunda es la idea de incrementar mi devoción a María, no porque no la tenga, sino porque debo afianzarla y fortalecerla, así como cuando las personas se empeñan en alcanzar sus metas personales.
La tercera idea que se me ocurre es reforzar mi servicio y maneras de caridad, creo que en eso muchos de nosotros nos quedamos cortos, en el sentido de que en ocasiones dejamos que otras cosas le “ganen“ a nuestros buenos deseos de ayudar y servir, lo que se llama dejar de hacer por omisión, o sea pudiendo hacer, no lo hago.
A muchas personas a lo largo de la vida les he escuchado expresiones como “para ser bueno, no se necesita religión” o “cómo es que fulano siendo practicante, es capaz de hacer tanto mal”. En lo personal, la vivencia o no en una espiritualidad religiosa se liga completamente a la naturaleza del individuo.
No se es mejor persona por estar en X o Y religión, de fondo hay una actitud de cambio y de deseo de vivir un estilo de vida distinto, pero ciertamente, para muchos, la fe y la religión son necesarias, permiten otras vivencias y brindan otro tipo de consuelos. Yo creo en que al final de esta vida terrena hay algo más, cómo será ese algo, es una interrogante que no puedo responder, a lo mejor es como dijo Borges, como una biblioteca, o tal vez cada uno viva en esa otra etapa las cosas más bellas que haya experimentado. Creo que esa será una sorpresa.
Por lo pronto, sigamos procurando ser buenos, ayudar, servir y amar, sin que eso tenga que estar ligado a una creencia religiosa, sino simplemente por el hecho se compartir con todos la misma tierra y de ver en el otro a mi semejante que, como yo, merece mi respeto y mi comprensión. Recuerden comentar y compartir. Hasta la próxima.
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