No hay limosna pa’ tanto limosnero
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tomada de https://acortar.link/cpcJhu
Saludos, espero que se encuentren bien. El dicho con que arranco esta historia, solía usarlo mucho mi padre. Según la RAE, limosna se refiere a” Cosa, especialmente dinero, que se da a otro por caridad” (https://dle.rae.es/limosna)
Actualmente, la palabreja en cuestión y su hija, limosnero, prácticamente han caído en desuso y en su lugar se emplean un montón de sinónimos, como donación, óbolo, socorro o caridad. Lo cierto del caso es que aún hoy en día, se sigue dando al necesitado en mayor o menor cantidad, según el corazón y el bolsillo de quien quiere hacer su donativo.
Y traigo el tema a colación, no porque quiera expresar que este gesto puede ser tomado como altruista, sino que en estos momentos tengo cierta rabia con una situación que se presentó esta semana con mi hija, para lo cual contextualizo el asunto. En una de sus frecuentes salidas, a Sofi se le acercó un habitante de calle pidiéndole dinero, a lo que ella le contestó que no tenía, acto seguido, él le pidió que le regalara algo de comer, con la casualidad de que, justamente en ese momento ella llevaba una bolsita de maní, y ella, movida por un deseo de servir, se la ofreció y cuál no sería el asombro cuando este personaje rasga la bolsa y, sin miramiento alguno, le vació el contenido a los pies.
Y es ahí cuando a uno se le puede empezar a dañar el corazón, ya que cuestiono realmente qué tan necesitados están los que dicen necesitar, porque entonces se me han venido a la cabeza una serie de recuerdos de gente a la que uno ha ayudado y salen con una batea de babas.
Por no ir más lejos, a una vecina hace unos años, una de estas personas que va pidiendo casa por casa le regaló con mucho gusto y no cierto esfuerzo dos libras de panela y cuál no sería la sorpresa de la señora, que cuando salió a hacer una compra en la tienda, se encontró tirada en el piso la bolsa con la panela. O qué decir de aquel otro personaje que una vez en casa se enojó porque mi esposa le aportó lo que había disponible, un paquete de pastas tornillitos que sí, estaba empezado, pero en buen estado, no siempre se puede dar el paquete completo, créanme cuando les digo que cuando ayudamos, lo procuramos hacer con la mejor disposición, voluntad y buen empaque. Huelga decir que el personaje no volvió a pasar por la casa.
Quienes me conocen, saben que no me gusta generalizar respecto a grupos o instituciones, que alguien de cierto gremio se equivoque u obre mal, no quiere decir que todos hagan lo mismo, tal situación se puede trasladar perfectamente a la gente que va por la vida mendigando, unos lo hacen desde la necesidad, otros desde el oportunismo y otros más como una forma de negocio indebido, aprovechando el buen corazón de los demás.
En la calle hay mil historias, y ciertamente a muchos de nosotros nos puede causar incertidumbre qué tan ciertas son estas, o qué lleva a la gente a tener ese estilo de vida, por qué hacen lo que hacen, por qué viven lo que viven, pero de verdad que es muy diciente que alguien que se supone necesita ayuda, sea capaz de tirar al piso un maní, por muy modesto que sea ese aporte. Eso da qué pensar.
Y ustedes, ¿han enfrentado situaciones de esta naturaleza? Recuerden comentar y compartir. Un abrazo y hasta la próxima
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