De siniestros y diestros

 


Imagen tomada de https://illustoon.com/photo/1059.png

Saludos a todos, espero que se encuentren bien. Esta semana, a raíz de la nota anterior, se suscitó un cambio de opiniones bien interesante frente al tema de los derechos y los zurdos, pues bien, me di a la tarea de indagar un poco más y les traigo algunos apartes sobre el particular.

Lo primero que hay que decir es que los zurdos tenemos nuestro propio día internacional, que es el 13 de agosto y se vienen conmemorando desde 1976

Si miramos el diccionario de la RAE, se menciona lo siguiente:

Diestro, adjetivo con varias definiciones como: “Que tiene tendencia natural a servirse preferentemente de la mano derecha o también del pie del mismo lado”; “Hábil, experto en un arte u oficio”; “Sagaz, prevenido y avisado para manejar los negocios, sin detenerse por las dificultades” y “Favorable, benigno, venturoso”, por mencionar algunas. (https://dle.rae.es/diestro)

Siniestro, también adjetivo: "Dicho de una parte o de un sitio": “Que está a la mano izquierda”; “Avieso y malintencionado”; “Infeliz, funesto o aciago”; “Suceso que produce un daño o una pérdida material considerables”; y, ya por fortuna en desuso “Propensión o inclinación a lo malo”. (https://dle.rae.es/siniestro#XyrEzmC)

Por fortuna, el vocablo siniestro se cambió por uno vascuence, el ezker(ra), que terminó siendo «izquierda».

Se estima que entre el 10 y 15% de la población pertenece a los zurdos, pero aún así seguimos siendo minoría en un mundo pensado para los derechos como estuvimos compartiendo en estos días: instrumentos de cocina, tijeras, palancas de cambio en carros, botones en los relojes de pulsera, instrumentos musicales y un largo etcétera.

Aquí me surgió la primera curiosidad ¿si diestro es hábil, experto en su oficio, está mal decir que un zurdo es diestro en su oficio?

Según lo que estuve leyendo, parece ser que, desde los tiempos prehistóricos, evidenciado en las pinturas rupestres, las manos pintadas y las armas primitivas sostenidas por los cazadores, son derechas, posiblemente por considerar a la izquierda no tan habilidosa.  

A esto se le suma la Antigüedad clásica en Roma, donde quienes leían e interpretaban los augurios, se referían a que las cosas malas pasaban cuando venían de la izquierda y tristemente esa creencia se fue pasando de cultura en cultura. En el islam, la derecha se relaciona con la sexualidad masculina y el bien, la izquierda con la sexualidad femenina y el mal; en el hinduismo, se desprecia al que usa la mano izquierda, se considera que su uso debe ser para limpiar las necesidades, incluso, ofrecer u regalo con esa mano, es un verdadero insulto. Y yendo al oriente, en Japón ser mujer zurda era una gran desgracia y causal de divorcio, y así hay muchos ejemplos en diferentes culturas que se cuidan de emplear de más esta mano.

El cristianismo no ha sido la excepción, durante mucho tiempo, los infantes fueron “corregidos”, ya sea golpeándolos o amarrándoles las manos para escribir correctamente, incluso la ciencia a principios del S. XX, consideró que ser zurdo era una anomalía, cosa nada más lejos de la realidad.

La historia está llena de zurdos célebres, filósofos, artistas, gobernantes, músicos, hacen parte de este grupo, que además ha tenido que adaptarse a las condiciones de un mundo unificado en su mayoría para los derechos. Pero con todo y esto, amo ser zurdo, al menos mayoritariamente mi mano dominante es la izquierda y por fortuna en mi caso, no me vi condicionado a tratamientos toscos por mi particularidad. Recuerdo que solamente cuando llegué a mi segundo colegio a terminar bachillerato, vine a conocer los pupitres para izquierdos, y creo que eran tres o cuatro en el salón.

Todo esto para decirles que, pese a nuestras diferencias, está en nuestras manos, zurdas y diestras, la posibilidad de construir algo mejor entre todos. Creo que la  manera de nutrir un cambio es precisamente conocer y entender esas diferencias y a partir de ellas buscar la mejor manera de coexistir. En este mundo aún falta mucha tolerancia, respeto y empatía, pero es posible construir desde el entendimiento, ciertamente es algo que no siempre resulta fácil, pero tampoco es imposible, zurdos, derechos, blancos, afros, indígenas, de tal o cual región, lo que debemos entender es que habitamos una misma tierra y estamos llamados a coexistir en armonía. Un abrazo y hasta la próxima

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