El derecho a la reserva

 

Imagen tomada de https://acortar.link/F1rAhY



Hola a todos, espero que se encuentren muy bien.

Una de las cosas que más valoro en lo personal, es la posibilidad de disfrutar de mi espacio de reserva o intimidad, aquel lugar en donde no tengo la necesidad de estarle haciendo saber a todo el mundo lo que hago o lo que dejo de hacer, cosa que, infortunadamente, se ha vuelto una tendencia, mas ahora con el auge de las redes en donde ya muchas personas han centrado sus vivencias por la cantidad de likes y comentarios que reciben. Cuentas en redes con millones de suscriptores, con protagonistas que se dedican a ventilar cuanto pueden, prácticamente todo el tiempo, dedicando su vida a informar de su vida a los demás.

No digo que sea malo compartir algo que nos guste, yo lo he hecho, comentar una foto de familia, por ejemplo, o alguna actividad que me resulta significativa. Lo que cuestiono es la necesidad casi que patológica de muchas personas de estar contando todo, todo, todo de lo que hacen dicen, piensan y quieren.

Y me he encontrado casos en los que muchas personas dan más información de la necesaria y termina uno enterándose de cosas que ni siquiera deberían salir de las cobijas, si entienden a lo que me refiero. Y comentan sin el menor desparpajo, sin el menor miramiento. Aquí muchos podrán decir que somos libres de decir y opinar, pero la libertad por sí misma implica una conducta de vida, con autonomía de pensamiento y con responsabilidad, transgredir esto, se vuelve ya un asunto libertino, aquel que abusa de la libertad sin medir las consecuencias de los actos, llegando a atentar contra la convivencia. Hay cosas que son muy, muy personales y no necesariamente se tienen que hacer públicas.

Más aún, lo que ya volvemos público, difícilmente podrá ser reintegrado a la esfera de lo privado, de ahí la importancia de saber decir las cosas, de contar nuestras vivencias, de ofrecer una opinión o expresar un comentario. Hasta hace unos 30 años, podíamos decir lo que quisiéramos sin la preocupación de ser registrados. Ahora prácticamente todo lo que decimos es susceptible de quedar guardado de alguna manera, yo mismo a través de estas líneas, estoy dejando evidencia de mis pensamientos y pareceres, pero lo hago siendo consciente de hacerlo con conocimiento de causa.

Tener privacidad, no necesitar contarlo todo, son maneras de vivir la intimidad del hogar, y creo que es algo que vale la pena poseer y valorar. Reitero, no todo tiene por qué ser del conocimiento público. Tengo derecho a no decir mi color favorito, o mi comida favorita. Tengo derecho a tener mis propias reservas como también tengo el deber de respetar las de los demás. Un abrazo y hasta la próxima.

Nota. Para la mención de libertad y libertinaje, he parafraseado una publicación del sitio https://www.diferenciador.com/diferencia-entre-libertad-y-libertinaje/ que, por cierto, me pareció muy instructivo.

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