Cuando la perseverancia abre caminos (II)

 


En marzo del 2023, les conté de una tomatera que estuvo creciendo al frente de nuestra casa, en la canaleta que recoge las aguas lluvias.

 La cosecha no llegó a ser abundante y después de la misma, no volvió a producir, pero si me dejó en su momento, una reflexión importante sobre los acontecimientos cotidianos, los invito a que la lean de nuevo (Cuando la perseverancia abre caminos)

Hace unos días, lo crea o no, a uno de los traperos de nuestra casa, le resultaron unos hongos bastante grandes, como lo pueden apreciar en la imagen. Desconozco de dónde llegaron, aunque puedo especular que son una de las variantes que crecen en la madera, parecen unas orejitas, y duraron como una semana.

A lo que voy con esto es que la naturaleza suele darnos muchas muestras de sabiduría y tenacidad. No recuerdo haber visto ante un hongo en un implemento de aseo, los he visto en los bosques, en fincas, incluso en algunos platos de comida, pero nunca en un trapero.

Y aprovechando esto, se me ocurre pensar que muchas de las cosas que nos ocurren a lo largo de nuestro camino por la vida, obedecen también a situaciones suscitadas por momentos puntuales. Seguramente más de una vez hemos tenido que tomar decisiones súbitas, porque no hay tiempo para pensar y, también las habrá que se tuvieron que meditar mucho rato antes de dar una respuesta.

En entregas anteriores, les conté que mi último trabajo lo realicé hasta junio del 2021, y debo decir que lo pensé mucho para tomar la determinación de darle fin a esa etapa y, de no haber sido por el empujón que tanto mi hija como Doris me dieron, posiblemente me habría tomado más tiempo en llegar a esa decisión de irme.

Acabamos de terminar un año más, y seguramente más de uno se hizo una lista de propósitos para este 2025 que está arrancando. En lo que a mí respecta, más allá de tener una lista de cosas por cumplir, me voy acomodando a las necesidades de cada día, sin que esto quiera decir que no tengo propósitos propios. Se por ejemplo que tengo el anhelo de viajar al exterior al menos una vez en la vida y ya vengo juicioso haciendo un ahorrito para ese objetivo, pero no me estoy dando la presión de decir para tal fecha el viaje, así no funciono. También sigo en procura de lograr ser la mejor versión de mi mismo, cosa que requiere trabajo constante.

Por eso es por lo que con Doris tampoco solemos planear las vacaciones, donde las últimas las hemos pasado en Villao visitando a mi familia y muchas veces se han dado de manera espontánea, aprovechando alguna oferta de pasajes de avión, aunque eso si tenemos muy claro que preferimos no viajar en temporadas altas.

Eso se parece un poco a los planes imprevistos con amigos, como nos pasó con Javi el sábado anterior, que llegó a solicitarme que lo ayudara con una carta y terminamos en una velada muy agradable que inició en nuestra casa y terminó en la de él con la esposa, hablando, escuchando música, comiendo pastel de pollo, jugando y tomando roncito con soda casi hasta la una de la mañana. Un verdadero plan sin pensar.

Todo esto para reiterarles, una vez más, mis mejores deseos para este año que estamos comenzando, que puedan vivir su día a día con mucha entereza, alegría y perseverancia, que puedan soñar cosas lindas, pero que no se desanimen cuando algunos de esos sueños no se cumplan, no siempre lo que queremos es lo que necesitamos.

Feliz 2025 en compañía de sus seres queridos, espero que alcancen sus objetivos, pero, sobre todo, espero que disfruten su vida, con sus altas y bajas y que se empeñen a fondo en el día a día, que es realmente el tiempo con el que contamos. Como dijo el maestro Oogway de la película Kung Fu Panda: 

imagen tomada de https://goo.su/A8OG

Un abrazo.

Comentarios

  1. Gracias Martín por compartir tus sentires. Feliz año y muchas bendiciones en este nuevo ciclo y los que vienen. Abrazos para ti y Doris

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  2. Así es. Es cómo ver las florecillas abrirse paso en el asfalto. En andenes, calles. Como dijo Pablo: Todo lo puedo en Cristo que me fortelece. Y si una florecita se pudo abrir camino en el asfalto: ¡Cuánto más nosotros, lograremos metas y sueños! Un abrazo

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  3. Don Martin muchas gracias por todo, te deseo los mejores éxitos con tu familia, eres uno de los mejores hombre que conozco y estoy seguro que a dejado una gran marca en mi generación para ser cada vez mejor, por esta razón tines mi cariño y respeto

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