La nota del martes ahora es LA NOTA ITINERANTE.
Hola a todos, espero se encuentren bien. He decidido cambiar de táctica frente a mis escritos y más bien hacerlo cuando se presente la inspiración, esa musa que a veces puede tornarse algo esquiva.
Hoy les quiero compartir algunas impresiones que me han dejado esta pandemia en lo personal. Lo primero que debo decir es que en casa hemos procurado en la medida de lo posible acatar todas las recomendaciones dadas, saliendo lo estrictamente necesario.
Casualmente, el pasado jueves, día que me correspondió pico y cédula, salí a atender algunas diligencias personales, y me llamó la atención que, pese a la medida, se ve mucha gente en la calle, no tanta como en tiempos normales, pero si bastante.
De esta cantidad que se ve, no faltan los imprudentes que van por la vida como si nada les importara, exponiéndose ellos y a los demás por no usar el tapabocas.
Ese mismo día pude devolver un libro que tenía prestado de la biblioteca desde inicios de la cuarentena y qué creen, presté otro, ya que uno de mis mejores disfrutes es la lectura.
También me sorprendió ver la situación del comercio y la cantidad de locales que estaban cerrados y con letreros de se alquila a diestra y siniestra. La crisis económica nos ha venido afectando paulatinamente y lo más triste es que no se tiene certeza de cuánto tiempo más va a perdurar esta situación.
La "nueva normalidad" no nos ha permitido visitar a unos tíos muy mayores, que se encuentran uno hospitalizado y su esposa en casa, también enferma y adicional a esto, tampoco poder acompañar a una gran amiga, también mayor, que está pasando por unos momentos de salud muy delicados.
Entiendo que las medidas son necesarias, pero me duele mucho que esta situación en la que estamos inmersos nos esté forzando a no poder ni siquiera brindar un apoyo o un acompañamiento para con nuestros seres queridos. Saludar a la distancia, no poder dar un abrazo o un apretón de manos, etcétera, me ha resultado bastante difícil, máxime porque me gusta manifestar y recibir afecto, eso hace parte de nuestra naturaleza humana.
Esperemos que todo esto pase pronto y si bien es cierto que yo mantengo muy amañado en la casa, también lo es que echo de menos compartir con los amigos, participar en mis reuniones de grupo, salir a trabajar en la oficina, pero son cosas que definitivamente no van a volver a ser las mismas.
Ánimo para todos, y espero que la estén pasando bien, pese a las circunstancias. La mejor actitud en estos momentos se puede resumir en un viejo adagio popular "al mal tiempo, buena cara", nada ganamos con amargarnos, debemos dar gracias por estar vivos y con la posibilidad de poder seguir adelante.
Un abrazo y hasta la próxima.
Comentarios
Publicar un comentario