¿Distracciones o misterios?
Hola a todos espero que se
encuentren muy bien.
Hace un par de semanas les
conté acerca de la experiencia vivida con mis gafas y aquel principio del alma
de las cosas.
Pues bien, hoy les debo
contar una situación bastante particular que me aconteció el pasado miércoles, pero
primero debo darles el contexto de la historia. La noche del martes convidé a
mi hija a comer una comida rápida. Llegamos a un punto de nuestro barrio en
donde efectivamente venden esta clase de productos, hicimos nuestro pedido, lo
consumimos y yo como siempre pagué, y me guardé la billetera en el bolsillo del
pantalón.
Ese miércoles, con mi
esposa debíamos adelantar algunas actividades temprano en nuestra parroquia y
empaqué mis implementos en una riñonera que suelo cargar cuando utilizo ropa cómoda
para trabajar y estaba convencido de tener ahí la billetera. Hacia las 10:00 de
la mañana me dirigía a la tienda a fin de comprar unos pasabocas y al momento
de pagar eché de ver que no tenía la billetera conmigo, así que tuve que pagar
con algo de monedas que llevaba en el monedero.
De vuelta en el salón donde
me encontraba con mi esposa y al cabo de unos minutos, ella decidió ir a la
casa para buscar la billetera en cuestión no sin antes mencionar que se iba a
fijar para ver si teníamos que preocuparnos o no.
Pasado un rato, se comunicó
conmigo y me dijo que no encontraba la billetera en ninguna parte, razón por la
cual me sentí turbado porque, al no estar en la riñonera, estaba seguro de tenerla
en el bolsillo del pantalón, ya que recordaba haber cancelado y guardado la
billetera en su lugar de siempre. Lo cierto fue que suspendí mis actividades,
me dirigí a casa y efectivamente junto a mi esposa volvimos a rebuscar en todas
partes incluido el pantalón que llevaba puesto la víspera.
Acto seguido desanduve mis
pasos y me paseé por todos los locales del sector averiguando si de pronto
habían dejado una billetera extraviada, sin obtener ninguna respuesta favorable.
Llegué al local donde me habían despachado los productos la noche anterior con
tan buena fortuna que me encontré con una persona que se comunicó con la señora
que me había atendido, pero infortunadamente a ella tampoco le habían entregado
ningún elemento esa noche.
En medio de mi abatimiento,
puse un mensaje en algunos grupos contando mi percance y pidiendo una plegaria
para que mi implemento apareciera nuevamente. Y la respuesta de uno de mis
contactos también me llamó poderosamente la atención ya que me dijo “están al
lado de un zapato, sin bromear”. Así que nuevamente volvimos a reemprender la
búsqueda en los alrededores del lugar donde se encuentran mis prendas de vestir
y casualmente, donde cuelgo mi ropa se encuentra muy cercana al zapatero. Ya
con el ánimo un poco caído nuevamente revise el mismo pantalón por cuarta o
quinta vez y sin que medie una explicación aparente la billetera se encontraba
en su habitual bolsillo y con el botón del pantalón cerrado.
Si hay algo que tiene mi
esposa es que es muy meticulosa y asertiva a la hora de buscar y encontrar cosas,
pero lo cierto es que tanto ella como yo nos encontramos un poco desconcertados
con lo que aconteció con este implemento. Sofi nuestra hija ha sido más
práctica en sus razonamientos: “Vio, ustedes no me quieren creer que en la casa
hay un duende”. Y también me ha planteado una solución a mi problema “Pa, le va
a tocar ponerle cadena a esa billetera”
No sé si pretendo darle un
tinte misterioso a este hecho o simplemente se trató de un descuido, de una
distracción, pero sigue siendo algo muy curioso y fuera de lo común. Lo bueno
es que apareció y me he podido evitar trámites que tendría que haber repetido
para rehacerme con mis documentos.
Y a ustedes ¿les han pasado
cosas similares a estas? ¿de pronto se han visto involucrados en situaciones
inexplicables o han sabido de personas con experiencias semejantes? No olviden
comentar y compartir y nos vemos en la próxima. Un abrazo
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