Cuando el pasado asombra
Hola a todos, espero que se encuentren muy bien. Los saludo desde la carpa de libros en la Fiesta del Libro y la Cultura, donde me encuentro acompañando a mi Amiga Bárbara Lins en la Librería La Hojarasca.
Como parte del mobiliario, este año Barbara trajo una máquina de escribir manual, con cinta de dos colores, la cual ubicó de manera estratégica al ingreso del local para llamar la atención de los transeúntes. Curiosamente, han sido los niños quienes se han sentido más atraídos hacia ese artilugio.
Los adultos acompañantes les contaban a sus pequeños acompañantes cosas como "yo hice las tareas del colegio en una de esas" o " aquí aprendí mecanografía" comentario que dejaba un poco absortos a los pequeños visitantes.
Yo, en tono jocoso, le dije a alguno de los pequeños: "estas eran las computadoras de antes", pero la reacción que más me gustó, fue la de una pequeña niña a la cual le expliqué el funcionamiento de la palanca espaciadora: " este es el enter en tu computador"- le dije. Y abrió sus pequeños ojos con una cara de asombro, como sí acabara de presenciar un acto de magia hecho por un mago muy virtuoso.
Eso me hizo recordar las antiguas latas de salchichas, que traían una pequeña llave para abrir el tarro, enrollando una delgada lámina que hacía las veces de cierre, o la ocasión en qué vi por primera vez un computador en vivo y en directo, sin imaginar el cambio tan grande que esa tecnología traería a nuestras vidas. Fueron las épocas de los interminables comandos y teclas de funciones para cosas como cambiar el tamaño y la fuente de letras, o ver todo en letras verdes con fondo negro. Hoy en día lo tenemos todo muy fácil. Menos mal que esto se dio en el S. XX, en la Inquisición habríamos sido herejes.
Toda invención trae consigo cosas a favor y en contra. Tiendo a pensar que los avances en tecnología, por ejemplo, en sí mismos, son neutros, y dependen enteramente de la finalidad que las personas les demos, ya sea para bien o para mal.
Yo por lo pronto seguiré prestando atención a las caras de los pequeños al ver ése pequeño artilugio donde aprendí un poco acerca de la colocación de los dedos y su manipulación para plasmar, primero en papel y después en pantalla electrónica, estás líneas, que, espero disfruten.
Y quienes están en Medellín y alrededores, aún estamos de Fiesta del Libro hasta el próximo domingo. Hay muchas actividades y, sobre todo, libros por montones.
Un abrazo y hasta la próxima.
Itinerante
ResponderEliminar