Confieso que he bebido
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Siempre he pensado que he sido una persona moderada en todos los sentidos, en gastos sin rozar la tacañería, en el comer, el beber, el pensar y el actuar, lo que me ha permitido tener unas buenas y sanas relaciones interpersonales.
Sin embargo, debo reconocer que he tenido algunos momentos, sobre todo en mi pasado juvenil, en que los excesos, en especial con el licor, si me han pasado factura y prueba de ello me aconteció este fin de semana.
Soy cervecero por elección, prefiero esta bebida a cualquier otra, de hecho, si tengo la opción, siempre la selecciono sobre otras bebidas espirituosas, hay algo en su sabor y frescura que simplemente me cautiva.
Pues bien. El domingo en la noche, a raíz de un inesperado encuentro familiar, hemos sabido consumir esta bebida, y según mis cuentas, ingerí 10 unidades a lo largo de la noche, misma que estuvo acompañada de baile, risas, canciones y karaoke hasta que me quedé sin voz con qué cantar.
Lo cierto del caso, es que al otro día me ha sabido despertar el consabido guayabo, y les digo sinceramente que hacía muchos años no tenía esa sensación de dolor de cabeza y sed desmedida, por fortuna, con buena hidratación, algo más de sueño y comida, no lo pasé tan mal y ya para media tarde estaba mucho mejor.
Mis tiempos de militar también se vieron salpicados por alguno que otros tragos casuales y en esos tiempos, un oficial de mi batallón, me dijo algo que desde entonces he procurado aplicar hasta donde he sido capaz: "beber es un arte, y quien sabe beber, es un artista, si usted sabe que con tres tragos se emborracha, pues tómese dos y listo".
Sabemos que todo exceso es malo, aunque infortunadamente hay muchas personas que no siempre pueden hacer gala de ese autodominio para no incurrir precisamente en los mismos, dado que caer en ellos causa muchas situaciones difíciles y, en muchos casos, dolorosas, que no menciono pero que sabemos que están presentes.
Ya muy seguramente me cuidaré todavía más para evitar el guayabo, y la invitación es esa, moderación como mejor estrategia para evitar situaciones difíciles. Un abrazo y nos vemos en la próxima.
La nota está realmente interesante, es algo que a todos nos sucede y si, hay que aprender a ser moderados el problema es saber cómo ante magestuosa bebida, amo la cerveza aunque a nuestra edad el guayabo se hace realmente insoportable
ResponderEliminarGracias por comentar, y sí, ciertamente los años son cosa sería, ya no somos los jovencitos de antes,😊😊
EliminarJejejejeje... Las malas amistades, no se junte con esa plaga😆😆😆
ResponderEliminarPero si yo soy lo más de formalito y querido😄😄
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